11/05/2007

Montaña vertical

Por: José Ignacio Urday Herrera

Quizá deba subir toda la montaña sin dejar un espacio entre mis manos y el viento. Tengo tantas cosas que recoger en el camino... un camino que talvez nunca podré terminar, no me quiero quedar a medias, como hace la mayoría, quiero llegar a la cima de la montaña en este camino vertical, inestable y accidentado.Es decir, subiré la montaña porque las montañas, como tú y como yo, estamos hechos para escalar, absorbiendo con nuestra habilidad de escaladores inexpertos cada espacio entre los precipicios y las rocas, cada espacio entre la desolación y exaltación profunda, con un paso tan vertical como firme...Tengo tantas cosas escritas en la memoria para recordar...las cuales no son del todo buenas, algunas traen tanto dolor y cólera que podrían traer mi montaña abajo y quedar enterrado yo también, entre las rocas que trataran de esconder mi cuerpo, pero no puedo subir en esos términos, pasando de largo, cerrando mis ojos ante la belleza escarpada de una altitud tan alta como mía, con tantas cosas que recoger y aprender en el empinado y duro camino.Quizá deba subir solo la mitad y luego detenerme en los recodos a disfrutar de un paisaje... de un recuerdo… de una derrota… pero tú y yo sabemos que, en ese pequeño descanso, que según veo, para todos es insignificante, podría quedar atrapado, atrapado en la asquerosa mediocridad que solo me envolverá de tierra y tapará mi alma, por eso a pesar del cansancio seguiré subiendo, por que se que en la cumbre de la montaña que cada uno tiene se encuentra esa realización, que según dicen es muy difícil de alcanzar. Los que quieren pueden, pueden tener esa satisfacción y ser los reyes del mundo habiendo superado todos los barrancos y rocas, ¡en ese entonces haré todo lo que me de la gana!
Ah, es tan pretencioso, tan sentido en toda mi alma que sin ver aún la dichosa cumbre ya empiezo a sentir qué es el viento en esta cara, en estos dedos, y empiezo a recoger indiferencias y miedos que son los culpables de que casi retroceda.Prometo cerrar los ojos al atravesar la primera ladera, y me propongo mirar a los lados antes de cruzar por si acaso las aves, el sonido de los misterios de los volcanes, yo qué sé...lo haré para no volverme loco a pedazos... si, es verdad ya que si no soy indiferente el viento me derrumbará.¿Saben ustedes lo difícil que es no caer?, Mmm yo creo que solo algunos lo saben, la mayoría no lo hace por que ya cayeron hace tanto tiempo que les cuesta darse cuenta, o talvez si lo hicieron, pero pararse entre rocas y grietas es muy difícil… gracias a Dios ya lo hice un par de veces, tal vez escapando de otras cosas pero por lo menos sigo en la ruta, o tal vez no… eso se vera cuando llegue a la cumbre.Quizá suba dejando ese espacio, entre los dedos y el viento, para llevármelo todo, incluido el viento...Quizá amor, te mande una postal desde esa cumbre que no existe más que en el mundo mítico de los seres horizontales, que alcanzaron semejante estado tras vidas y muertes a base de subidas por montañas que después fueron colinas, y luego caminos, y luego colinas, y en ocasiones volcanes en erupción, pero al final hay un rincón en que solo cabe uno y ese uno consigo mismo...qué locura...
Un rincón en el que no tendrás la compañía con la que contabas al escalar, un rincón en el que pondrás a prueba todo lo recogido, que demostrarás todo lo que aprendiste y conservaste, hasta el aire entre los dedos. Tranquilos si les atemoriza el camino, o temen terminar sin nada nuevo, siempre hay algo que recoger, en lo que voy del camino aprendí cosas que nunca olvidare, como que la amistad es como una perla difícil de recoger al comienzo, pero cuando se tiene entre las manos es la cosa más valiosa y hermosa del mundo, el motor de nuestras almas, al igual que el amor, en ese ámbito aprendí que un metal se funde con calor, y cuando el metal esta totalmente fundido se le puede dar la forma que uno quiera y en este caso hasta de puerto de mar, con embarcaciones que vienen y van, pero siempre vuelven a ese mismo puerto, hay algo mejor que estos 2 ejemplos, tal vez los otros 100000 se les comparen, por eso la montaña se debe subir con cuidado y pasión en cada cosa que hagas.
Nosotros y yo, los que estamos llegando a la cima, buscamos la horizontalidad desde esta verticalidad porque no hay otra...no hay otra. Quiero sentirme vertical como se siente mi vida confusa, mi pasado de fotos, mi casa, mi alma...pues solo vertical podré subir, y a medida que el suelo disminuya en la memoria, un cielo cada vez más amplio inundará mi alma, con tanto frío polar como un sol que arrasa la piel, como la cumbre de la montaña que ya diviso...la montaña que todas poseen, La montaña de la vida.

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